jueves, 26 de noviembre de 2015

Decoración navideña a prueba de niños

Las fiestas de Navidad son una época de especial ilusión, sobre todo cuando hay niños en casa. Sin embargo, a veces la decoración de las casas puede suponer un peligro para los pequeños, sobre todo en aquellas edades en las que los niños ya andan solos, pero aún no entienden bien lo que es el peligro.
Por eso, aquí vienen algunos consejos o trucos que podemos usar para que nuestra casa quede bonita y navideña sin poner en riesgo la seguridad.



El árbol

- Riesgos: que el niño agarre el árbol y termine tirándoselo encima y que el pequeño coja las figuritas que lo adornan y se las meta en la boca, con riesgo de asfixia.
- Soluciones: podemos colocar el árbol en un sitio alto, al que el niño no llegue. Si eso no es posible podemos optar por un árbol con peso en la base, para que el pequeño no pueda tirarlo, o por uno muy ligero para que, si se cae encima, no haga daño. Otra opción es coger espumillón y hacer un árbol con él en la pared, lo que puede suponer una buena actividad familiar. Igual podemos hacer con un árbol de cartulina, pintado y decorado por toda la familia.
En cuanto a las figuritas, optaremos por figuras grandes, que el niño no se pueda tragar, y sin piezas sueltas. Preferiblemente, que sean de plástico o algún material que no se rompa al caer.

El belén

- Riesgos: el mayor riesgo que existe es el que el niño se trague alguna de las figuritas, provocando atragantamiento y asfixia.
- Soluciones: cuando hay niños pequeños en casa debemos optar por belenes sencillos, sin muchas piezas, que los niños puedan poner solos, siguiendo nuestras indicaciones. Las figuras deben ser grandes y de algún material difícil de romper. Procuraremos que la pintura de esas figuras no sea tóxica. Si no podemos hacer esto, debemos colocar el belén en un sitio alto, al que el niño no llegue.



Las luces

- Riesgos: el principal riesgo es la electrocución
- Solución: lo mejor en este caso es que evitemos poner luces. Si lo hacemos, es mejor encenderlas solo en momentos puntuales y, en esos momentos, tener a los niños vigilados. El resto del tiempo, desenchufaremos las luces, taparemos el enchufe y recogeremos el extremo de las luces.

martes, 24 de noviembre de 2015

La importancia de que hagan cosas solos

A la hora de cuidar y educar a los niños es muy importante dejar que hagan cosas solos. Debemos ser conscientes de que fomentar su independencia no quiere decir que los abandonemos o los descuidemos, más bien todo lo contrario. Fomentar que los pequeños aprendan a hacer cosas por sí mismos tiene muchos beneficios.



- Les prepara para el futuro: a medida que vamos creciendo tenemos que ocuparnos, cada vez más, de nuestra vida y nuestros conflictos y retos. Si enseñamos al niño a que, poco a poco, se ocupe de sus cosas, sabrá asumir sus responsabilidades y resolverá los problemas de una forma mucho más sencilla.

- Aumenta su autoestima: si el niño ve que es capaz de hacer cosas nuevas se sentirá más válido. Aprender a atarse los cordones, hacer solo la cama o vestirse solo son pequeños retos que les hacen sentirse importantes y mayores. Además, sentirán que confiamos en ellos, que es algo fundamental.

- Favorece su integración: si el niño siente que los demás saben hacer cosas que él no, se sentirá desplazado y puede que, incluso, rechacen pasar la noche en casa de un amigo por miedo al ridículo.

- Ayuda a las relaciones de los adultos con los niños: mientras enseñamos al niño a hacer cosas nuevas podemos pasar ratos muy agradables, e incluso divertidos, con él y trasmitirle sensaciones muy positivas. No olvidemos nunca que podemos convertir el aprendizaje en un juego. Además, cuantas más cosas sepa hacer el niño más libre estará el adulto, lo que mejorará su humor y le hará ser más paciente y receptivo.

- Enseña valiosas lecciones: a lo largo del proceso de aprendizaje, el niño conocerá lo que es la paciencia, la autoaceptación, la superación de los fallos y la perseverancia, entre otros valores.



¿Qué cosas puede hacer solo el niño?

Evidentemente, todo depende de la edad del pequeño, pero aquí van algunos ejemplos de labores cotidianas que pueden hacer solos sin que les cueste demasiado:

- Comer (realmente, no hace falta ser muy mayor para poder pinchar con el tenedor o manejar la cuchara)
- Hacer la cama (puede empezar ayudando los fines de semana y progresar hasta dejarla hecha antes de ir al colegio)
- Vestirse y desvestirse
- Llevar la mochila del colegio (si tiene mucho peso, debemos pensar en una mochila con ruedas)
- Hacer los deberes (podemos ayudarles, pero ni ellos ni nosotros debemos olvidar que son responsabilidad del niño, no del adulto)
- Comprar el pan (si la panadería esta cerca, podemos enviar al niño y hacerle sentir parte importante y responsable de la familia, para ellos es una aventura "de mayores")
- Poner y quitar la mesa
- Recoger sus juguetes (si él ha desordenado, él debe ordenar)